9 de AV
Ésta es la fecha más penosa del calendario judío. En ella han ocurrido al pueblo judío grandes tragedias, que luego repercutieron a lo largo de los siglos y de los países. Sin dudas la más terrible fue la última destrucción del Beit HaMikdash, con el posterior genocidio del 90% de los judíos del mundo, la diáspora (que aún se continúa) y la esclavitud.
Históricamente calamitoso
La Mishná (Masejet Taanit) registra cinco eventos que acontecieron en este día
* El decreto divino por el cual el Pueblo de Israel recién liberado de Mitzraim debería vagar durante cuarenta años a través del desierto;
* la destrucción del Primer Templo, por Nebujadnetzar (Nabucodonosor), (3174, 586 A.E.C.), la destrucción del Segundo Templo por Tito ( año 3830, 70 E.C..);
* la caída de la fortaleza de Betar (año 3895, 135 E.C.);
* la subsiguiente derrota de Bar Cojba y la masacre de sus partidarios (año 3895, 135 E.C.);
y el sitio de Jerusalén (por Adriano en el año 3895, 135 E.C.).
Hay otros trágicos eventos (conocidos) ocurridos en el 9 de Av.
* En este día, en 1290 E.C., el Rey Eduardo I firma el edicto de expulsión de los judíos de Inglaterra,
* en España, en 1492 E.C., a continuación de la terrorífica Inquisición, 300.000 judíos fueron expulsados o convertidos a la fuerza al cristianismo;
* comenzó la Primera Guerra Mundial (1914 E.C.);
* dicen que la Solución Final del Problema Judío fue implementado con vigor en esta fecha (1942).
El mes de Av
por Simja Raz
Es el undécimo mes del año según el cómputo de los meses desde la creación del mundo, y el quinto mes según el cómputo desde el Éxodo de Egipto.
En las escrituras no se menciona el nombre de “Av”, y en idioma asirio este mes se llama “A-Bu”. Hay quienes piensan que se trata de la abreviatura del nombre “Abu Sarni”, que significa «el mes de las cosechas».
En un calendario agrícola hebreo encontrado en las excavaciones arqueológicas de Guézer, este mes es llamado «el mes del estío» (la recolección de las frutas de verano).
El mes de Av es uno de los seis meses en los cuales los emisarios del tribunal rabínico de Jerusalén partían de la ciudad, a fin de informar a las comunidades de la diáspora en qué día el Sanhedrín había santificado el mes (la neomenia), para que los judíos del exterior pudieran fijar el día del ayuno del 9 de Av.
Antiguamente, Av era considerado uno de los meses positivos, el mes de la vendimia y de los primeros frutos estivales. Pero con el paso del tiempo se produjeron en este mes numerosas desgracias, catástrofes y otros males que lo convirtieron en un tiempo de duelo y pesares, tal como lo señalaran nuestros sabios: “Cuando llega Av se reducen las alegrías”. Por éso le añadieron el apodo de “Menajem Av” (el consuelo de Av), para que accedamos al consuelo y a la redención, para que nuestro dolor se convierta en alegría y también para aludir a nuestro “Consuelo” –ése es el nombre del Mesías- que, según la leyenda, naciera el día en que fuera destruido el Templo (el 9 de Av).
Antiguamente, Av era considerado uno de los meses positivos, el mes de la vendimia y de los primeros frutos estivales. Pero con el paso del tiempo se produjeron en este mes numerosas desgracias, catástrofes y otros males que lo convirtieron en un tiempo de duelo y pesares, tal como lo señalaran nuestros sabios: “Cuando llega Av se reducen las alegrías”. Por éso le añadieron el apodo de “Menajem Av” (el consuelo de Av), para que accedamos al consuelo y a la redención, para que nuestro dolor se convierta en alegría y también para aludir a nuestro “Consuelo” –ése es el nombre del Mesías- que, según la leyenda, naciera el día en que fuera destruido el Templo (el 9 de Av).
En los primeros “nueve días” de Av no se come carne ni se bebe vino, y tampoco se celebran fiestas, incluidas bodas. Hay quienes anticipan estas costumbres de duelo al 17 de Tamuz. El lapso comprendido entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av es llamado “los días de las angosturas», o “las tres semanas”.
El sábado que precede al 9 de Av es llamado Shabat de-Puranuta (el sábado de la calamidad), para aludir a las calamidades que se abatieron sobre el pueblo judío en este mes. El sábado posterior al 9 de Av es llamado Shabat Najamú, por el nombre de la Haftará que empieza con las palabras “Consolad, consolad a mi pueblo”, que se lee ese sábado. De aquí en más empiezan los “siete sábados de consuelo”.
La única festividad judía que existía en tiempos remotos en el mes de Av era el 15 de Av, día en el cual las jóvenes de Iehudá salían a danzar en los viñedos. Los hombres que buscaban esposa salían a elegir una, tal como lo dijera Rabbí Shimón Ben Gamliel (Mishná, Maséjet Taanit, Capítulo 4, mishná 18): “No hubo otros días tan buenos para Israel como el 15 de Av y el de Iom HaKipurim, en los cuales las jóvenes de Jerusalén salían con vestidos blancos prestados, para no avergonzar a quienes no tenían medios”. Es decir, las jóvenes vestían ropa de color blanco que no les pertenecía, para que no se pudiera distinguir su condición social, su situación familiar o su nivel económico.
El 15 de Av Hoshea Ben Elá anuló los centinelas que Ierovam Ben Nevat había apostado en los caminos para impedir el peregrinaje a Jerusalén. Estos guardias habían sido impuestos por el rey de Israel por el temor de que el otro reino (Iehudá) se viera fortalecido por el peregrinaje a Jerusalén, y lograra de esa manera superar su poderío. Por ello, los centinelas evitaban por la fuerza que el pueblo ascendiera a la ciudad. Al mismo tiempo, Ierovam trató de encontrar sustitutos al Santuario e instauró efigies de becerros en Dan y en Bet El. De esta manera se perpetuó el cisma que condujo a la idolatría y el paganismo. El último monarca del reino de Israel, Hoshea Ben Elá, retiró el 15 de Av a dichos centinelas, abrió el camino a Jerusalén ante los peregrinos y de esa manera reunificó al pueblo.