La Fuerza de Dios
Hijo del sacerdote Buzí. Fue uno de aquellos a quienes Nabucodonosor llevó cautivos a Babilonia con el rey Joaquín. Recibió las primeras visiones de parte de Dios «en el año treinta, en el mes cuarto, en el día cinco del mes», en «el año quinto del destierro del rey Joaquín». Profetizó a los judíos que vivían junto al río Kebar, que, según algunas autoridades modernas, sería uno de los grandes canales babilonios. La expresión «el año treinta» es una expresión que para muchos es considerada misteriosa, sin embargo lo más lógico es que debe referirse a la edad de Ezequiel, quien para esa época comenzó a cumplir con sus obligaciones de profeta. (Ezequiel 1:1-3.[2])
Como pertenecía a una familia sacerdotal, no cabe duda de que conocería muy bien todo lo relacionado con el templo, así como las diversas actividades que en él se llevaban a cabo, y de que estaría bien versado en la Ley de Moisés. Ezequiel también debía conocer muy bien a Jeremías y sus profecías, ya que este último había sido profeta en Jerusalén durante la juventud de Ezequiel. Asimismo, Ezequiel había disfrutado de la ventaja de vivir en Judá en el transcurso del reinado del justo rey Josías, quien destruyó los altares de Baal y las imágenes esculpidas, se dispuso a reparar el templo e intensificó su reforma en favor de la adoración pura en Judá cuando se encontró en el templo el quinto libro de la Tora.