Nuestra historia
Pardés comenzó a tomar forma un 7 de Setiembre de 1992 cuando el Rabino Baruj Plavnick acompañado por su esposa Perla Peli Klel y un grupo de soñadores resueltos se unieron por primera vez para llevar adelante un proyecto innovador: un centro de estudios y promoción de la sabiduría y el arte de ser judío.
Los encuentros continuaron en casa de Baruj todos los sábados por la mañana para decir el Kidush y leer y estudiar la parashá de la semana. Un asado en ocasión de Januca fue el primer evento comunitario, realizado en la quinta de uno de los participantes.
A lo largo de los años habría otras quintas y otros asados y la emoción de amigos como hermanos cantando y celebrando ante el destello de las velas, bajo un cielo que se llenaba de estrellas. Un día legó el primer Sefer Torá. El proyecto lograba alma propia. El sueño de a poco se hacía realidad.
Bajo el lema En la diferencia se encuentra la libertad , e primer seder de Pésaj congregó a 200 personas. Desde entonces, todos los años nuestro seder comunitario reúne a miles de familias, para quienes el “Segundo Seder en Pardés” es ya una tradición.
Se iniciaron cursos y conferencias a la vez que las actividades de Beit Midrash. Se abrió un Talmud Torá y organizamos el área de Juventud que hoy es el orgullo de nuestra institución. Nuestros capacitados Madrijim se ocupan de más de cincuenta chicos de entre cinco y catorce años, reunidos semanalmente para realizar actividades diversas, aprender de nuestra historia y fundamentalmente para conocerse y divertirse.
Cada año más grupos se integran a nuestro majanot y aún hoy Baruj y Peli en persona comandan las hordas de campamentistas, -algunos noveles, otros experimentados- que renuevan año tras año la tradición –muy judía- de conectarse con la naturaleza, celebrando Shabat bajo las estrellas y agradeciendo por los alimentos que ellos mismos han preparado.
Hemos ofrecido a nuestro asociados y a la comunidad en general eventos culturales de todo tipo, desde conciertos de Les Luthiers y de la Filarmónica de Buenos Aires hasta recitales de música Klezmer, Rikudim y funciones de teatro.
Hemos realizado cientos de celebraciones de Benei Mitzva, casamientos, y Simjat Bat, que nos han enriquecido y rodeado de nuevos amigos que siente desde ese día a Pardes como su casa.
En Setiembre de 1997 nos mudamos a nuestra sede actual de la calle Céspedes. En Pardés forma y fondo, tradición y modernidad, se concilian: para los servicios religiosos los participantes están dispuestos en círculo: la Mezuzá , el Aron Hakodesh y la Bimá fueron concebidos por la artista Mirta Kupferminc.
Gradualmente, a lo largo de estos quince años, mucha gente se acercó generosamente para ayudarnos a mantener vivo y hacer crecer este original proyecto. Algunos pasaron y dejaron su huella, otros nos siguen acompañando hasta hoy, cuando llegamos a reunir a casi mil personas en nuestra celebración de las altas fiestas en un ámbito como el Hostal del Lago, un lugar bello en armonía con nuestra filosofía de llevar a cabo nuestras celebraciones en lugares públicos, en contacto con la naturaleza.
Los invitamos a sumarse a este sueño que no deja de crecer día tras día, a ser una parte activa de él y a celebrar junto a nosotros la alegría de la vida.
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Porque entendemos que el Judaísmo , en su devenir a través de los tiempos, ha hecho de la relación del ser humano con su prójimo y con toda la existencia, un modo central de la relación con Dios.
Porque entendemos que la Tradición Judía , sus prácticas, ritos y enseñanzas deben estar al servicio de las personas; sus anhelos y esperanzas, sus angustias y desilusiones, sus virtudes y sus defectos.
Porque entendemos que la religión debe conducir a la libertad del individuo, ayudándolo a descubrir nuevos horizontes, alentándolo a enfrentar nuevos desafíos.
Porque entendemos que Dios no es una mera noción intelectual o filosófica, ni un conveniente recurso para enfrentar los miedos, sino que al nombrarlo expresamos la conciencia llena de pavor y maravilla frente al misterio de la vida que nos convoca a actuar.
Porque entendemos que la fe no es la obstinada negación de las dudas para defendernos de la inseguridad, sino que es la certeza de que las incertidumbres -que movilizan la indagación y promueven el conocimiento- son trascendidas por verdades eternas que jamás captamos definitivamente, pero a las que nos aproximamos más cuando sumamos nuestras verdades parciales.
Porque entendemos que la Torá es más que el texto, es la sabiduría que emana de él.
Porque entendemos que las Mitzvot (preceptos), no sólo reclaman la observancia, sino nuestro inteligente y sensible compromiso en acción.
Porque entendemos que Tzdaká (ayudar a los necesitados) nace de nuestro compromiso social para contribuir a perfeccionar la justicia, no una mera acción filantrópica.
Porque entendemos que la Tefilá (plegaria) es la exploración de lo divino que hay en cada uno de nosotros y se enriquece cuando rezamos acompañados por otros.
Porque entendemos que la Sinagoga debe ser el centro de la vida comunitaria, el espacio para reunirnos, encontrarnos y compartir.
Porque entendemos que el pluralismo es la oportunidad de exponer nuestro pensamiento particular para enriquecer la reflexión de todos, sin imponer nuestras propias ideas.
Porque nos identificamos plenamente como judíos y como argentinos, y entendemos que tener múltiples lealtades es una virtud que merece ser alentada para dar cabida a la máxima combinación posible de factores que conforman nuestra identidad .
Porque entendemos que debemos hacer del judaísmo el contenido existencial de nuestras vidas, considerando que la lealtad al pasado es la acción que convierte al hoy en el primer paso del compromiso con el futuro.
Por todo ello constituimos la Fundación «Pardés»
¿Para qué?
Para promover un judaísmo que desafía el intelecto, conmueve el espíritu, compromete éticamente y exalta estéticamente.
Para combinar tradición y creatividad , reflejando nuestro compromiso tanto con el futuro como con el pasado.
Para promover el estudio de la Torá , en busca de más sabiduría y no sólo de conocimiento.
Para convocar a la observancia de las Mitzvot , como una disciplina que orienta en el arte de la vida.
Para enseñar a cultivar el arte de la Tefilá , la plegaria, más allá del rito, que extiende nuestras capacidades espirituales.
Para enseñar cómo cultivar la intimidad y no sólo el éxito exterior, para aprender a apreciar y no sólo a sacar provecho.
Para alentar a practicar el amor al prójimo como modo concreto de amar a Dios.
Para enseñar cómo cultivar la inmortalidad del alma mientras el cuerpo vive.
Para enseñar cómo compartir el dolor particular y ayudar a encontrar consuelo en la » compasión «, que no significa lo mismo que sentir lástima.
Para enseñar a acrecentar la alegría y la felicidad particular, nutriéndola del reconocimiento colectivo.
Para enseñar cómo enfrentar con dignidad la muerte y dar sensible compañía a los dolientes.
Para fomentar la solidaridad y condenar la vulgaridad, uniendo la autodisciplina y la imaginación creativa.
Dada la centralidad del Estado de Israel para la identidad judía contemporánea declaramos nuestra solidaridad con el mismo y nuestra adhesión al Sionismo.
La Fundación Pardés , aunque prescindente de toda actividad política, integra todas las organizaciones centrales que componen la vida judía en la Argentina.
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